Ya he expresado en alguna oportunidad, que una de mis oraciones preferidas a Dios es “Saca a la luz mi pecado, escudríñame, redargúyeme, repréndeme exhórtame, háblame Espíritu Santo de Dios en el silencio de la noche, en la luz del día, no me dejes a mis desvaríos, ábreme los ojos del entendimiento, despierta mis oídos a la corrección, que sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti OH Dios.- Amplíame la inteligencia espiritual, dame discernimiento de espíritus, no me sueltes de tu Gracia, no apartes de mi Tu misericordia Jesucristo, renueva mi pensamiento, cámbiame, transfórmame.- Hazme conocer mas de ti, pon Tu testimonio en mi corazón para tener sabiduría, que Tu ley convierta mi alma, que tus mandamientos alegren mi corazón, que el temor a Ti me haga permanecer, que anhele tus juicios.
Esta oración, que en ninguna manera puede salir solo de mí, pues Su Palabra como lámpara es la que dirige; Se va ampliando en la medida que leo lo que El tiene que decirme.
Y en estos días, saltó a mí vista un versículo que tengo en algunas Biblias subrayado, pero que Dios quería que fuera nuevo para mí.-
“Enséñame Tu lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más.- Job. 34:32
Que forma tan linda de resumir todo lo anterior, sobre todo en cuanto al pacto que tengo que hacer con Dios.-Tocó mi vida.
Hay cosas que es posible no quiera ver, y pero sobre todo el cambio es inminente, porque la demanda que Dios hace, conociendo los secretos de mi corazón, y para ser prosperada en Su Gloria, para caminar en Su verdad, y para estar capacitada para recibir sus maravillas, la unción de publicar Su Alabanza, solo lo puedo hacer con la ayuda de El.-