miércoles, 14 de octubre de 2015

QUIEN CUIDA AL QUE CUIDA


"Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,

Fortaleza para cambiar lo que soy capaz de cambiar

Y sabiduría para apreciar la diferencia.¨

 

Frase atribuida a muchos autores como:  Aristóteles,  San Agustín, Reinhold Niebuhr, Boecio, Francisco de Asís, Santo Tomás de Aquino, Baruch Spinoza, Friedrich Schiller, Oliver J. Hart, diversos filósofos.  teólogos y líderes mundiales, por lo que todos podemos apropiarnos de ella.

Es difícil,  aceptar la enfermedad, un diagnostico de enfermo terminal, y sobre todo la muerte: nadie esta exento de enfermarse y morir. Lo unico seguro en esta vida es la muerte.

Y donde está el cuidador? Nos compadecemos del enfermo,  porque  le duele, sufre, y pocas veces pensamos en el  que pasa mucho tiempo observando, ayudando, apoyando, levantando, acostando, viendo llorar, poniendose triste, a veces desesperado .

Este ser humano sufre de impotencia, con manos atadas  al no poder  cambiar la situación, y aun así hace  todo lo posible y lo imposible para estar ahí sufriendo el ardor del hielo que se derrite en sus  manos.

Solo una persona que tiene lazos de amor y sentido de pertenencia puede llevar la responsabilidad  de acompañar a un enfermo en sufrimiento. Solo una persona que tiene una relacion signficativa , primero con Dios y luego que ese ser humano que ve desgastandose de dia en dia.

Son muchas las personas que posponen sus proyectos de vida para cuidar a sus enfermos y esto no lo hacen buscando reconocimiento, sino porque es gratificante para ellos el darse, hasta agotar sus fuerzas y el cansancio es insostenible. Sin embargo la motivación puede ir desde hacerlo por paga, amistad, vocación, culpa, vergüenza y hasta por miedo. Creo firmemente que por AMOR.

Llega un momento  que el cuidador puede tener sentimientos de culpa por enojarse con el enfermo, sienten culpa por enojarse con su familia porque perciben que no reciben ayuda, culpa por enojarse consigo mismo, y para colmo anidan un expediente contra Dios, porque permite esta situación que para ellos y toda la familia es injusta. Estas emociones son normales y cíclicas.

El cuidador pasa desapercibido a un punto que es visto como un perfecto extraño tanto para el enfermo como para la familia. En muchas ocasiones sus necesidades básicas no son tomadas en cuenta por los demás y se sienten subestimados.
Imaginémonos por un momento situaciones en donde quien cuida es mayor de edad y también está enfermo. Los cuidadores tienden a no cuidarse y es agotador porque el cuidado a un enfermo  se hace con la totalidad de quien es uno. El cansancio físico, mental, social, emocional, espiritual es eminente.

Relacionarnos con personas necesitadas no es tarea fácil y sin lugar a dudas la gente que trabaja con gente tiene más problemas emocionales que el resto, somos en la medida en que damos y cuando nos hacemos cuidadores también lo hacemos por la necesidad de llenar vacios propios.

Aunque se sienta “chapulín colorado”, cuidar a un enfermo no se puede hacer en soledad, y en cuanto dependa de usted procure tener una red de apoyo, familiares, amigos que puedan compartir, a quienes puede consultar y hablar en momentos de dificultad y sumo agotamiento.

Algunas consideraciones a tomar en cuenta para los cuidadores…

·       Reducir el estrés favorece un cuidado más sano y que no se demande más allá de sus capacidades. Puede llegar a sentirse solo, frustrado, agobiado, y puede mostrarse obsesivo en cuanto al cuidado del ser querido por lo que esas actitudes añaden tensión para el enfermo.

·       Sea flexible con usted mismo y con los demás, ya no es tan importante tener una casa inmaculada, mientras que un rostro amigable, una sonrisa, un beso, un abrazo, un hombro para llorar: como cuidador son partes más esenciales.

·       Admita que tiene un mundo positivo de apoyo para hacer el bien al enfermo y a los que le rodean. 
 ·       Acepte la ayuda de otras personas, el enfermo no es de su “propiedad exclusiva”, usted no es la única persona que lo sabe cuidar: bañarle, darle comida, leerle, poner la música que le gusta, arreglarle la cama en la forma perfecta, encenderle la TV en el canal preferido, administrarle los medicamentos en las dosis precisas y en el tiempo requerido y muchas cosas más que se agregan al cuidar un enfermo. Esto no es cierto. ¡Otras personas pueden hacerlo tan bien como usted. Hay que compartir con otros el cuidado.
·       Diariamente tome tiempo para usted, añoñese, tenga el cuidado de tener momentos de descanso durante el día y recuerde que usted también necesita de 7 a 8 horas de descanso durante la noche.
·       Haga una lista de las cosas esenciales que usted necesita para  mantener su salud, y en cuanto le sea posible compártala con algún familiar que le pueda ayudar.  No  descuide  su alimentación, medicamentos y tome tiempo para meditar, hacer caminatas al aire libre, salir a comprar artículos personales a pasar un rato con algun pariente o amistades. ect.
·       Declárese enfermo cuando esté enfermo.
·       NO OLVIDE EL VALOR DEL BUEN HUMOR como relajante, desde ver una película o programa de humor, leer un libro de chistes, pasar tiempo con alguien que le haga reír.
·       Tome en cuenta que todo tiene su tiempo, que sus intereses son importantes y aunque circunstancialmente  no pueda dedicarse por completo a ellos son parte de usted. Cuando termine el tiempo de cuidar su vida continúa y encontrará la respuesta a “cuando esto pase que será de mi?”.
·       No caiga en la trampa de asumir un papel de mártir o víctima.
·       No descuide su vida espiritual, porque no importa demasiado  quienes somos ni de dónde venimos, sino hacia donde nos dirigimos y quien es Aquel que va de nuestro lado y todo enfermo necesita de esperanza.
·       Muy importante contar con la ayuda de acompañamiento profesional, porque habrán sentimientos encontrados que no los podrá compartir con nadie más.
Tenga en cuenta cosas practicas como una agenda o cuaderno donde anote todo el cuidado que tiene que llevar a cabo con el enfermo, como medicamentos las horas que les corresponde,  la hora del baño, de la alimentacion, de los descanso al aire libre o fuera de la habitacion, la ropa cómoda, las veces que se les cambio´ el ajuar de cama , que comió, como lo hizo.- Esto me ayudó mucho con mi madre, pues me senti mas relajada, y cuando otra persona estaba al cuidado solo tenia que ver el cuaderno y anotar tambien lo que acontecia mientras estaba a su cuidado.-
Tambien en mi experiencia como cuidadora y como Terapeuta en acompañamiento, no prive a su enfermo de cosas simples y de crear recuerdos gratos de los ultimos dias con su familiar, de compartir, mas que como enfermero, como guarda, sino como teniendo el privilegio, el honor de estar ahí sin temor, sin rencor, sin miedo a la muerte.- "Sorbida es la muerte en victoria. Donde está , oh muerte tu aguijón? ¿Dond, oh sepulcro tu victoria?

Todo el mundo necesita una familia, un hogar, un grupo básico de apoyo, la iglesia, amigos y tenga por seguro que con su confianza puesta en Dios sus fuerzas son renovadas viviendo un día a la vez. Dejese cuidar.

Dios les Bendice.