"Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo
cambiar,
Fortaleza para cambiar lo que soy capaz de cambiar
Y
sabiduría para apreciar la diferencia.¨
Frase atribuida a
muchos autores como: Aristóteles, San Agustín, Reinhold
Niebuhr, Boecio, Francisco de Asís, Santo Tomás de Aquino, Baruch Spinoza, Friedrich Schiller, Oliver
J. Hart, diversos filósofos. teólogos y
líderes mundiales, por lo que todos podemos apropiarnos de ella.
Es difícil, aceptar la enfermedad, un diagnostico de
enfermo terminal, y sobre todo la muerte: nadie esta exento de enfermarse y
morir. Lo unico seguro en esta vida es la muerte.
Y donde está el cuidador? Nos
compadecemos del enfermo, porque le duele, sufre, y pocas veces pensamos en el que pasa mucho tiempo observando, ayudando,
apoyando, levantando, acostando, viendo llorar, poniendose triste, a veces desesperado .
Este ser humano sufre de
impotencia, con manos atadas al no poder
cambiar la situación, y aun así hace todo lo posible y lo imposible para estar ahí
sufriendo el ardor del hielo que se derrite en sus manos.
Solo una persona que tiene lazos de amor y sentido
de pertenencia puede llevar la responsabilidad de acompañar a un enfermo en sufrimiento. Solo una persona que tiene una relacion signficativa , primero con Dios y luego que ese ser humano que ve desgastandose de dia en dia.
Son muchas las personas que posponen
sus proyectos de vida para cuidar a sus enfermos y esto no lo hacen buscando
reconocimiento, sino porque es gratificante para ellos el darse, hasta agotar
sus fuerzas y el cansancio es insostenible. Sin embargo la
motivación puede ir desde hacerlo por paga, amistad, vocación, culpa, vergüenza
y hasta por miedo. Creo firmemente que por AMOR.
Llega un momento que el cuidador puede tener sentimientos de culpa por enojarse con el enfermo, sienten culpa por
enojarse con su familia porque perciben que no reciben ayuda, culpa por
enojarse consigo mismo, y para colmo anidan un expediente contra Dios, porque
permite esta situación que para ellos y toda la familia es injusta. Estas
emociones son normales y cíclicas.
El cuidador pasa desapercibido a un punto que es
visto como un perfecto extraño tanto para el enfermo como para la familia. En
muchas ocasiones sus necesidades básicas no son tomadas en cuenta por los demás
y se sienten subestimados.
Imaginémonos por un momento situaciones en donde quien
cuida es mayor de edad y también está enfermo. Los cuidadores tienden a no
cuidarse y es agotador porque el cuidado a un enfermo se hace con la totalidad de quien es uno. El
cansancio físico, mental, social, emocional, espiritual es eminente.
Relacionarnos con personas necesitadas no es tarea
fácil y sin lugar a dudas la gente que trabaja con gente tiene más problemas
emocionales que el resto, somos en la medida en que damos y cuando nos hacemos
cuidadores también lo hacemos por la necesidad de llenar vacios propios.
Aunque se sienta “chapulín colorado”, cuidar a un
enfermo no se puede hacer en soledad, y en cuanto dependa de usted procure
tener una red de apoyo, familiares, amigos que puedan compartir, a quienes
puede consultar y hablar en momentos de dificultad y sumo agotamiento.
Algunas consideraciones a tomar en
cuenta para los cuidadores…
· Reducir
el estrés favorece un cuidado más sano y que no se demande más allá de sus
capacidades. Puede llegar a sentirse solo, frustrado, agobiado, y puede
mostrarse obsesivo en cuanto al cuidado del ser querido por lo que esas
actitudes añaden tensión para el enfermo.
· Sea
flexible con usted mismo y con los demás, ya no es tan importante tener una
casa inmaculada, mientras que un rostro amigable, una sonrisa, un beso, un
abrazo, un hombro para llorar: como cuidador son partes más esenciales.
· Admita
que tiene un mundo positivo de apoyo para hacer el bien al enfermo y a los que
le rodean.
· Diariamente
tome tiempo para usted, añoñese, tenga el cuidado de tener momentos de descanso
durante el día y recuerde que usted también necesita de 7 a 8 horas de descanso
durante la noche.
· Haga
una lista de las cosas esenciales que usted necesita para mantener su salud, y en cuanto le sea posible
compártala con algún familiar que le pueda ayudar. No
descuide su alimentación, medicamentos
y tome tiempo para meditar, hacer caminatas al aire libre, salir a comprar
artículos personales a pasar un rato con algun pariente o amistades. ect.
· Declárese
enfermo cuando esté enfermo.
· NO
OLVIDE EL VALOR DEL BUEN HUMOR como relajante, desde ver una película o
programa de humor, leer un libro de chistes, pasar tiempo con alguien que le
haga reír.
· Tome
en cuenta que todo tiene su tiempo, que sus intereses son importantes y aunque circunstancialmente
no pueda dedicarse por completo a ellos
son parte de usted. Cuando termine el tiempo de cuidar su vida continúa y
encontrará la respuesta a “cuando esto pase que será de mi?”.
· No
caiga en la trampa de asumir un papel de mártir o víctima.
· No
descuide su vida espiritual, porque no importa demasiado quienes somos ni de dónde venimos, sino hacia
donde nos dirigimos y quien es Aquel que va de nuestro lado y todo enfermo
necesita de esperanza.
· Muy
importante contar con la ayuda de acompañamiento profesional, porque habrán
sentimientos encontrados que no los podrá compartir con nadie más.
Tenga en cuenta cosas practicas como una agenda o cuaderno donde anote todo el cuidado que tiene que llevar a cabo con el enfermo, como medicamentos las horas que les corresponde, la hora del baño, de la alimentacion, de los descanso al aire libre o fuera de la habitacion, la ropa cómoda, las veces que se les cambio´ el ajuar de cama , que comió, como lo hizo.- Esto me ayudó mucho con mi madre, pues me senti mas relajada, y cuando otra persona estaba al cuidado solo tenia que ver el cuaderno y anotar tambien lo que acontecia mientras estaba a su cuidado.-
Tambien en mi experiencia como cuidadora y como Terapeuta en acompañamiento, no prive a su enfermo de cosas simples y de crear recuerdos gratos de los ultimos dias con su familiar, de compartir, mas que como enfermero, como guarda, sino como teniendo el privilegio, el honor de estar ahí sin temor, sin rencor, sin miedo a la muerte.- "Sorbida es la muerte en victoria. Donde está , oh muerte tu aguijón? ¿Dond, oh sepulcro tu victoria?
Todo el mundo necesita
una familia, un hogar, un grupo básico de apoyo, la iglesia, amigos y tenga por
seguro que con su confianza puesta en Dios sus fuerzas son renovadas viviendo
un día a la vez. Dejese cuidar.
Dios les Bendice.